Nadie como Dios

Realmente no tengo palabras para agradecerte, Dios mío, tanto amor, tanta misericordia y tu fidelidad para conmigo.

Eres admirable, incomparablemente precioso. Nadie hace las cosas como tú. Tal amor no puede ser comprendido por ninguna mente humana.

No somos nada y sin embargo eres tan especial con nosotros como si lo mereciéramos.

La gloria sea a ti y a tu corazón, en el cual nació la idea de crear al hombre, la tierra y todo lo que hay en ella.

Eres lo máximo y eso es poco.

Estoy muy agradecida contigo y quiero agradarte con todos mis actos.

Mi Dios es único


© Grethel Collins