El poder de las sagradas escrituras

Leer un libro es tan interesante para algunos, como tan desalentador de abrir sus páginas para otros. 

¿Qué hace la diferencia? El contenido dle libro y la voluntad de  la persona para aunque sea darle una ojeada, antes de decidir si comenzar a leerlo o mejor abortar la operación. A veces influyen factores, como la pereza, el tiempo disponible, no poder leer bien, tener problemas de concentración, pero sinceramente... algunas son solamente excusas basadas en problemas reales, pero no imposibles de superar.

Personalmente escuché en un encuentro o retiro espiritual, no hace mucho, de una mujer cristiana que aprendió a leer con la Biblia. Es decir, ella no podía hacerlo antes, y de forma milagrosa ella fue capacitada por el mismo Dios que está en los cielos para lograr, lo que nunca había podido conquistar por sus propias fuerzas. Era una mujer de unos 35 años que había pasado buena parte de su vida sin disfrutar de una buena lectura. Pero en su jornada espiritual sintió la necesidad de aprender a leer, creyó que podía lograrlo con la ayuda de Dios, y El respondió a su petición. 

Esta, me dirás, es una historia de esas poco comunes, que les pasa a personas muy crédulas en esta vida. Pero, ¿qué me dirías que no solamente ella cree en ese Dios que  vive y alguna vez lo hizo entre personas como nosotros? ¿Qué tendría que hacer yo para que tú me creyeras? Nada, puedo afirmar. Mi intención es llevarte e indicarte al camino que una vez comencé yo, de investigar, saber más de ese Dios que muchos hablaban. Y así me encontré un día un libro que contiene más que palabras. La Biblia produjo vida en mi persona, y ya te contaré por qué. 

Ahora, déjame decirte que pasó por la mente de Dios, lo cual está relatado en estas sagradas escrituras. 

Ahi, se narra como fueron creadas todas las cosas. Léelo tú mismo y convéncete:

Juan 1

Traducción en lenguaje actual (TLA)

La Palabra, luz y vida

Antes de que todo comenzara
ya existía aquel que es la Palabra.
La Palabra estaba con Dios,
y la Palabra era Dios.
Cuando Dios creó todas las cosas,
allí estaba la Palabra.
Todo fue creado por la Palabra,
y sin la Palabra nada se hizo.
De la Palabra nace la vida,
y la Palabra, que es la vida,
es también nuestra luz.
La luz alumbra en la oscuridad,
¡y nada puede destruirla!


Colosenses 1:15-16

Traducción en lenguaje actual (TLA)

Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver. Por medio de él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que puede verse y lo que no se puede ver, y también los espíritus poderosos que tienen dominio y autoridad. En pocas palabras: Dios creó todo por medio de Cristo y para Cristo.

 ¿Sacaste alguna conclusión? Sí, lo sé. La Palabra es Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios y por medio de El fue creado todo lo que vemos y lo que no. Tú eres parte de ese plan,entonces. ¿Cierto?

Ahora, quiero preguntarte algo. ¿Por qué has leído y sigues leyendo todo esto que escribí? Porque es interesante, ¿verdad? En verdad es mucho más que eso. No porque yo lo escriba, sino porque estoy contándome de  un libro que es interesante. Es aquel que te hace pensar, el que te atrapa y envuelve tal como si fueras transportado a un reino muy lejano de este mundo, como se ve en las películas de fantasía. Pero hay cosas que tengo que aclararte antes de seguir. Primero, ese reino no es es fantasía, es real. Segundo, lo que dicen las páginas de la Biblia, tiene un REY que vive desde siempre y para siempre.
Mejo que eso, ese reino y su soberano no están tan alejados como piensas. El es la Palabra escrita que se corre en las venas de ese manual de vida y que tuvo y tiene poder para transformar todo. En otras palabras, si crees en Jesús, en Su Padre Dios, su Espíritu Santo y su reino eterno. Si crees que vivió entre los hombres, hecho uno, que después murió para tomar tu lugar y por amor a ti, pero luego resucitó porque Dios su Padre así lo quiso y se fue al cielo, donde ahora se sienta a la derecha de Su Padre, eso te convierte en Su hijo y por lo tanto en príncipe o princesa de ese reino sublime. Eso fue lo que me pasó  a mi. Ahora ya sabes mi historia. 

Pero, te quiero preguntar otra cosa más. ¿De dónde saqué todo esto? Ya lo sabes, de la Biblia. 

-No creo en que haya sido inspirada por Dios. 
-Te puedo escuchar diciendo eso.
¿Cómo sé que todo eso es cierto? ¿Hay pruebas científicas de lo que me dices? ¿Cómo puedes estar tan segura? 
-Calma, puedo contestar todas tus preguntas, pero no de una vez. Por ahora, te digo que me gustaría que te dieras cuenta por ti mismo y tomes ese libro, o lo leas en internet. y empieza por el libro de Juan. ¿Trato hecho?  Si tienes preguntas después de leerlo, déjamelo saber, pero te pido un favor: que no empieces a  hablar de nada referente a este tema sin antes haber leído aunque sea una página. 

Porque me caes bien, te digo que eso según un libro que llamamos diccionario, se llama necedad,  ¿cierto? Yo sé que tú no eres uno de esos con tan feo adjetivo. 

Bueno, tengo que salir, pero te espero en nuestra próxima charla. Escríbeme. Te repito. Amigo, amiga, me caes bien. 


Hasta pronto.

Elena

Comentarios

Entradas populares